miércoles, 18 de octubre de 2017

FUNDAMENTO BÁSICO – PREVER DE ANTEMANO – SUELE SER FRECUENTE

En el pasado mes de julio se publicó en este mismo espacio un comentario sobre pleonasmos y redundancias, errores que aparecen con frecuencia en toda clase de escritos Veamos otros ejemplos  recogidos de varios  textos
“El fundamento básico de este planteamiento....”
“La base fundamental de este proyecto se encuentra en...”

Si analizamos con cuidado y nos apoyamos en las definiciones del diccionario de la RAE, encontramos que las bases siempre son  fundamentos, y los fundamentos siempre sirven de base para algo más; de tal manera que  diremos que algo es fundamental, o que es básico, pero no ambas cosas a la vez.

“Es posible, en este caso, prever de antemano el resultado...”
“Los resultados son predecibles con anticipación...”

Si nuevamente nos remitimos  al diccionario de la RAE vemos que ‘antemano’ significa: con anticipación, anteriormente (RAE, pág,162) y el prefijo ‘pre’ significa; anterioridad local o temporal, prioridad. (RAE pág.1817); es decir que el sentido de anterioridad ya está dado por el verbo (pre-ver o pre-decir). En consecuencia digamos solamente se puede prever el resultado y los resultados son predecibles.

“Suele ser frecuente que...” “suele ser habitual que...” Suele presentarse a menudo...

Si algo suele ocurrir, será porque se presenta en forma frecuente y habitual.
El diccionario aclara la duda cuando da el significado del verbo soler: y explica:
Soler. dicho de un hecho o una cosa: ser frecuente
En el verbo soler está incluido el ser frecuente, ser habitual y presentarse a menudo.

De modo que con decir: suele ser que... o suele presentarse es suficiente para dar a entender la frecuencia del hecho o de la situación.

sábado, 7 de octubre de 2017

¿LAS DISCULPAS SE DAN O SE PIDEN?

Ambas situaciones son posibles; pero depende del caso que se pidan o se presenten disculpas.
Cuando se recibe una ofensa (sobre todo si es injustificada) se espera una disculpa de quien ofendió; es decir, se aguarda una explicación o una excusa.
En este caso, quien profirió la ofensa da o presenta excusas o disculpas a la persona ofendida: “Te presento disculpas (o te doy excusas); en realidad, no quise ofenderte.”
Pero el ofendido puede pedir que quien ofendió se disculpe: “Me ofendiste; espero que te disculpes.”
Así las cosas, no es correcto que quien lanzó una ofensa pida disculpas, sino que, en este caso, debiera ofrecer disculpas.
Sin embargo, es frecuente escuchar que el hijo que cometió un error, le diga a su progenitor: “Por favor, discúlpame; te pido disculpas y no se repetirá.
En este caso, el hijo no puede pedirle disculpas a su padre, sino que debe darle disculpas