viernes, 26 de julio de 2019

PROFE, ¿TI LLEVA TILDE?


Más de una vez me han hecho esa pregunta  y más de una vez respondo: NO. ¿Por qué? Porque la palabra “ti” solo tiene la función de pronombre.
Sin embargo, tenemos muchas palabras, escritas igual, con los mismos caracteres, pero unas veces llevan tilde y otras no.
 Para que el tema quede claro, aquí va la explicación.
En español tenemos una tilde que se llama “tilde diacrítica” que diferencia los distintos significados que puede tener una palabra.
La palabra “el” tiene  dos funciones gramaticales: puede ser pronombre personal o artículo. En la oración “te lo diré cuando él venga” claramente ese “él” se refiere a una persona y es pronombre personal; pero en la expresión siguiente:  “ya compré el libro”, ese “el” es artículo masculino singular-
De igual modo sucede con las siguientes palabras:
Tú, pronombre personal, Cuando llegues yo estaré en mi oficina.
Tu, pronombre posesivo: Me gusta tu vestido.
Mí, pronombre personal: Esa carta es para mí.
Mi, pronombre posesivo: Mi hermano está en Boston.
Sí, pronombre reflexivo, adverbio afirmativo o conjunción : Lo atrajo hacia . (pronombre reflexivo); , llegaré temprano. (adverbio de afirmación); Avisa con tiempo si vas a venir. (conunción)
Dé, imperativo del verbo dar: Dé un buen ejemplo de civismo.
De, preposición: Esa blusa es de seda
Sé: verbo; prudente; Lo de memoria
Se: pronombre: Caminaba despacio, pero se cayó.
Hace un tiempo, los  pronombres demostrativos  éste, ése, aquel, con sus respectivos femeninos y plurales también llevaban tilde para diferenciarlos al igual que la palabra sólo.
Sin embargo, la RAE los suprimió siempre y cuando su uso no dé lugar a anfibologías, es decir, doble sentido de una palabra. En este último caso, se permite la tilde en dichos pronombres.

Con relación al pronombre  “ti” muchas veces, equivocadamente se le pone tilde, tal vez por analogía con la palabra “tú”; pero “ti” no debe llevar tilde porque no tiene sino una función, la de pronombre personal y no puede confundirse con otra.
De modo que ; “Ha llegado una carta para ti”, sin tilde.
Hasta pronto.

miércoles, 17 de julio de 2019

EL USO CORRECTO DE LA PALABRA "MISMO"


En mi calidad de corretora ortotipográfica y de estilo, en algunas tesis que he corregido encuentro con frecuencia el mal uso que se da a la palabra mismo, como en los siguientes casos: “En las plántulas que crecieron en el vivero se observaron hongos y ácaros; pero aún se desconoce la clasificación de los mismos.”
“En ese caso, los individuos privados de la libertad no aceptaron los cargos a pesar de las evidencias de los mismos.”

Como se advierte, las áreas del conocimiento a las que pertenecen las oraciones anteriores son muy diferentes; no obstante, ambas emplean mal el término “mismos”

Para aclarar el uso de este vocablo me remito a los textos de la RAE que se pueden leer a continuación:

“mismo -ma. 1. Como adjetivo, tiene variación de género y número —mismo(s), misma(s)— y se sitúa normalmente entre el artículo o el determinante y el sustantivo al que modifica: el mismo día, esta misma semana, sus mismos hijos. Puede indicar identidad, esto es, que la persona o cosa a la que nos referimos no es otra diferente: «Era la misma persona que había visto en el convento de Valladolid» (UPietri Visita [Ven. 1990]); o bien que, refiriéndonos a personas o cosas diversas, estas son iguales o muy semejantes: «A todos les hizo el mismo regalo» (GaCandau Madrid-Barça [Esp. 1996]); «Casi todos los pacientes tenían la misma cara» (GmzMontoya Cirugía [Esp. 1995]). Cuando forma parte de una estructura comparativa, el término de comparación va introducido por que: «Tienes los mismos ojos que tu madre» (Pedrero Besos [Esp. 1987]); «Seguirá la misma estrategia que han usado durante toda su gestión gubernamental» (NDía [P. Rico] 8.1.98). En México y el área centroamericana es frecuente, en textos periodísticos o de prosa divulgativa, emplearmismo (a menudo sin artículo) como antecedente del que relativo que introduce oraciones explicativas; es uso superfluo, que debe evitarse, pues el solo relativo basta:  «Claro penal sobre Hugo Santana, mismo que transformó Caballero con tiro potente» (Excélsior [Méx.] 17.9.01); debió decirse, simplemente, Claro penal sobre Hugo Santana, que transformó Caballero. Cuando mismo modifica a los sustantivos manera, modo u otros de igual sentido, el término de comparación, si es una oración, puede ir también introducido por como. Pospuesto o, menos frecuentemente, antepuesto a un sustantivo, y obligatoriamente pospuesto a un pronombre, sirve también para indicar indiferencia en la elección entre varias posibilidades: Ponte esa chaqueta misma, que llegamos tarde; Necesito un voluntario; a ver, tú mismo.
2. A menudo se emplea como mero refuerzo enfático y puede ir antepuesto o pospuesto al sustantivo, (como adjetivo que es );a veces en forma diminutiva (mismito) o superlativa (mismísimo): «Mis sorpresas comenzaron en la puerta misma del Club Alemán de la ciudad» (Edwards Anfitrión [Chile 1987]); «Me dejó con la espina clavada en el mismito centro de mi corazón» (LpzPáez Herlinda [Méx. 1993]); «Se atrevió a dar el paso de telefonearlo a la mismísima casa de su amante» (Vergés Cenizas [R. Dom. 1980]). Puede seguir a un pronombre personal«Nosotros mismos nos condenamos al nacer» (Britton Siglo [Pan. 1995]); su empleo es obligatorio tras un pronombre tónico que, a su vez, refuerza al reflexivo átono correspondiente: «Muchas veces usted no se cuida a sí mismo» (Sophia Arte [EE. UU. 1996]); aquí no sería posible: usted no se cuida a ; sin embargo, en ausencia del pronombre átono, no es obligatorio añadir el refuerzo mismo: «Gracias al instinto de supervivencia cada uno cuida de » (GmzPérez Abc [Esp. 1994]).
3. El adjetivo mismo puede sustantivarse, manteniendo los sentidos de identidad y de igualdad o semejanza que le son propios: «Sus ideas reformistas solo cambian de posición, pero son las mismas» (Vitier Sol [Cuba 1975]). A pesar de su extensión en el lenguaje administrativo y periodístico, es innecesario y desaconsejable el empleo de mismo como mero elemento anafórico, esto es, como elemento vacío de sentido cuya única función es recuperar otro elemento del discurso ya mencionado; en estos casos, siempre puede sustituirse mismo por otros elementos más propiamente anafóricos, como los demostrativos, los posesivos o los pronombres personales; así, «Criticó al término de la asamblea las irregularidades que se habían producido durante el desarrollo de la misma» (País [Esp.] 1.6.85), pudo haberse dicho de la siguiente forma: durante el desarrollo de esta  o durante su desarrollo; en  «Serían citados en la misma delegación a efecto de ampliar declaraciones y ratificar las mismas» (Excélsior [Méx.] 21.1.97), debería haberse dicho simplemente ratificarlasen  «El que su acción fuera efímera, innecesaria, no resta a la misma su significado» (Abc [Esp.] 29.9.74), hubiera sido mejor no le resta su significado. A menudo, su simple supresión no provoca pérdida alguna de contenido; así, en «Este año llegaremos a un billón en exportaciones, pero 70 por ciento de las mismas se centra en el mercado europeo» (Razón [Esp.] 18.12.01), pudo decirse, simplemente,  70 por ciento se centra...
4Pospuesta a adverbios o locuciones adverbiales, la forma mismo funciona como adverbio en el español general. Se emplea como mero refuerzo enfático, por lo que a menudo aparece en la forma diminutiva expresiva mismito: «Buscó un lugar para dormir, al lado mismo de la carretera» (FdzCastro Novia[Esp. 1987]); «Ahí mismito entra mi sobrino Gonzalo» (Scorza Tumba [Perú 1988]). Puede denotar también elección indiferente entre varias posibilidades:«Te llevaré a Lisboa. Cuando tú quieras, mañana mismo, esta noche» (MuñozMolina Invierno [Esp. 1987]). Son ajenos a la norma culta general los usos adverbiales de mismo con los sentidos de ‘justamente o cabalmente’ y de ‘hasta o incluso’, que se dan en algunas zonas de España y de América: Con ese vestido parecía mismo una modelo; Mismo los ricos tienen que rendir cuentas a Dios.
5Debe evitarse el uso de la forma arcaica  mesmo, sentida hoy como vulgar.
6. así mismo. asimismo1. ‘También’: «Afinaron sus delicados instrumentos las tañedoras de laúd. Comparecieron asimismo las danzarinas, los equilibristas y el narrador de historias fantásticas» (Moix Sueño [Esp. 1986]). Con este sentido, hoy es mayoritaria y preferible la grafía simple asimismo, aunque también se admite la grafía en dos palabras así mismo: «Le informó así mismo de cuál había sido la causa de la derrota» (Velasco Regina [Méx. 1987]). La forma simple se escribe sin tilde, por lo que no es correcta la grafía  asímismo.
2. La secuencia así mismo puede ser también el resultado de la unión del adverbio de modo así y el adjetivo mismo usado con valor enfático. En este caso, cuando el significado de la expresión es claramente modal (‘de la misma forma, de la misma manera’), solo puede escribirse en dos palabras: «¿Representamos una entidad libre y soberana? ¿Sí? Pues así mismo lo haremos sentir» (MtnMoreno Respuesta [Méx. 1994]); «Hay mucha confusión. Muertos, ahorcados, aplastados por las avalanchas... Los partes son terribles. Cuénteselo así mismo al General» (Martínez Perón [Arg. 1989]).
3. Estas expresiones adverbiales no deben confundirse con la secuencia a sí mismo, formada por la preposición a, el pronombre reflexivo  y el adjetivo mismo: «Sonríe mucho, parece gustarse a sí mismo y no tiene complejos» (País [Esp.] 1.12.87).
7. lo mismo. Tiene distintos valores:
a) Cuando forma parte de estructuras comparativas, con el sentido de ‘igual’, bien con valor nominal (‘la misma cosa’), bien con valor adverbial (‘de la misma manera’), el segundo término de comparación va introducido por la conjunción que: «Analizar el pasado no es lo mismo que auscultar el presente»(Vistazo [Ec.] 20.3.97); «Escucha lo mismo a los criados que a los huéspedes opulentos del hotel» (País [Esp.] 21.5.97). En este caso, es incorrecto emplear como o a en lugar de que:  «Si se está de gozar, lo mismo será en la cama como en el suelo» (Somers Retrato [Ur. 1990]);  «Pero no es lo mismo un delantero a un mediocampista» (Época [Chile] 13.1.97).
b) Se usa en correlación con que, o más raramente como, con sentido equivalente a tanto... como..., para denotar la suma de dos nociones: «La fermentación puede operarse lo mismo en caliente que en frío» (Toharia Setas [Esp. 1985]); «Su agradable sabor se aviene con todos los platos, tanto salados como dulces, lo mismo en repostería como en panificación» (Bonfiglioli Arte [Arg. 1990]).
c) En España se usa, coloquialmente, con el sentido de ‘tal vez o a lo mejor’: «Además, si te hablo lo mismo me cuelgas» (Resino Pop [Esp. 1991])."
(Diccionario Panhispánico de dudas ©2005 Real Academia Española © Todos los derechos reservados)
Con el texto anterior queda claro cómo y cuándo debe usarse el término mismo, su  femenino y plurales.
Hasta la próxima.