domingo, 21 de junio de 2020

¡CUIDADO CON LOS ERRORES!


Hace algunos años compré un libro titulado “Teleperversión de la lengua” cuyos autores, Enrique Montanillo y María Isabel Riesco, recopilaron durante un tiempo determinado, los errores  que cometían los locutores y presentadores de la Televisión española y que Vicente Romano, autor del prólogo, califica de “incompetencia lingüística”.
Hay varios hechos y situaciones que son irrefutables:
1.- El texto de una comunicación escrita puede leerse  y se puede corregir antes de imprimirlo y publicarlo. 
2.- En la televisión y en la radio es diferente: cuando se comete un error ya no hay manera de corregirlo y el error  llegó  a los oídos del televidente y de quien escucha la radio.
3.- Los periodistas, tanto de radio como de televisión, tienen una enorme responsabilidad pedagógica y ejercen gran influencia en el modo de hablar de telespectadores y oyentes de radio
4.- Si los periodistas de los medios mencionados se esfuerzan por mejorar el conocimiento del idioma  y por tanto, su manejo, contribuirán a optimar el lenguaje de televidentes y oyentes de radio. Pero si en España llueve…en Colombia no escampa. Veamos:

La gramática del idioma español siempre nos da los porqués de los diferentes accidentes o modificaciones que tienen las palabras.
Lamentablemente, quien desconoce la gramática comete errores involuntarios que no por eso dejan de ser errores..
En nuestro idioma hay unas partículas o sílabas denominadas prefijos,  que carecen de contenido en sí, y se anteponen a una palabra para modificar su  significado.  En el caso  al que me refiero, está el prefijo in, que erróneamente  en algunas ocasiones no se utiliza y el prefijo auto, que muchas veces se usa mal.
En los medios antes dichos se escucha con frecuencia
La no capacidad  para efectuar los conteos…
La no conformidad manifestada por los habitantes…
La no compatibilidad  de los dos tipos de sangre…
La no posibilidad de llevar a cabo la reunión…
La no movilidad de los miembros superiores…
La no competencia de estos funcionarios para…
La no coherencia entre lo dicho y lo actuado…
La no creíble fuerza del individuo…
Lo no cumplido del proyecto…
Lo no definido de las propuestas…
Lo no posible de creer…

Sería muy largo enumerar los treinta y cuatro casos que recopilé  en dos noticieros de un día, pero salta a la vista que en los ejemplos anteriores debieron usarse las palabras incapacidad, inconformidad, incompatibilidad, imposibilidad, inmovilidad, incompetencia, incoherencia, increíble, incumplido, indefinido e imposible.. Son palabras comunes, que por desconocimiento o descuido no se usaron en su momento.

En cuanto al prefijo auto  este se une a sustantivos o a verbos y significa 'de o por sí mismo'.  Tal es el caso de: autobiografía ('biografía de una persona escrita por ella misma'), autoestima ('estima de sí mismo'), autopropulsión (' que se impulsa por sí mismo'), autoeditar ('componer e imprimir  por sí mismo)-
En los casos anteriores está bien usado; pero a veces le anteponen el pronombre reflexivo se que tiene como característica que siempre hace referencia al sujeto e indica que la acción que ejecuta el sujeto recae al mismo tiempo sobre él. Por ejemplo: la oración “Juan  eliminó a varios beneficiarios de la lista y también se eliminó”, se entiende que quitó su nombre de la lista; pero si se dice “Juan eliminó a varios beneficiarios de la lista y también se autoeliminó no solo se expresa una redundancia sino también un error. Es evidente que el prefijo auto sobra.
Nuestro idioma materno es muy expresivo pero también es complejo y para usarlo con propiedad y cometer el menor número posible de errores, es necesario estudiarlo en todos sus componentes morfológicos, sintácticos, ortográficos y de redacción.

domingo, 14 de junio de 2020

¿QUIÉN TIENE LA CULPA?

     
Durante mis días de docencia universitaria, tanto estudiantes  como docentes decían que escribir era muy difícil y estos últimos, muchas veces decían que no tenían tiempo de escribir cuando les solicitaban su colaboración para alguna publicación institucional.
Después de analizar la situación pude llegar a una conclusión: quienes afirmaban que escribir era una tarea difícil no sabían gramática (morfología, semántica,  sintaxis, ortografía). En su educación primaria aprendieron qué es un verbo, un sustantivo, un adjetivo e hicieron muchos ejercicios. Esos temas son fundamentales en ese nivel de instrucción.
Pero en la educación secundaria no vieron una materia muy importante: español.
No obstante, cursaban varios años de una lengua extranjera, generalmente inglés, o francés y aprendieron a conjugar los verbos y a redactar en  ese idioma.
Sin embargo, antes de que un Ministro “estrella” de Educación quitara el español de los programas lectivos, sí se sabía escribir bien, con facilidad, y en  los concursos de redacción había trabajos muy buenos.
¿Por qué quitó la materia de los programas de educación secundaria? Porque ¿para qué estudiar español si es nuestra lengua materna?
Y ahí están los resultados.
Muchas personas escriben bien, quizá porque se han preocupado por aprender, han insistido en escribir y han aceptado las correcciones de quien está capacitado  para hacerlo; pero muchos otros, aunque tienen un sinnúmero de hechos para contar se guardan sus experiencias por temor a escribir.
Y ahora pensándolo bien, los correctores de textos debemos estar agradecidos con aquél Ministro “estrella”. ¿O no?