viernes, 14 de diciembre de 2018

¿RECEPCIONAR O RECIBIR?


He recibido una consulta en la que se me pregunta si se pueden usar indistintamente los verbos recepcionar y recibir. Antes de contestar, haré la siguiente aclaración: muchos adjetivos y muchos sustantivos se originan en verbos: por ejemplo: el camino (sustantivo); caminado (adjetivo) tienen su origen en el verbo caminar; y así podemos decir que ‘el camino a mi casa es muy largo’ y que ‘el tramo caminado en cinco minutos fue de X metros. Aquí es necesario tener presente que una de las formas impersonales de los verbos regulares, el participio se forma agregando la terminación ado – ido a la raíz de los verbos en infinitivo y tiene como función ser constituyente de las formas compuestas de los verbos, por ejemplo: he soñado, hemos tenido, y ser adjetivo como al decir la pared pintada de azul.
En el caso del verbo recibir, tenemos el sustantivo el recibo  y el adjetivo recibido, pero hay otras palabras que tienen la misma raíz , como recepción y de ahí surge la confusión. El DRAE nos saca de dudas y vemos:
RECIBIR.  (Del lat. recipĕre).
1. tr. Dicho de una persona: Tomar lo que le dan o le envían.
2. tr. Dicho de una persona: Hacerse cargo de lo que le dan o le envían.
3. tr. Dicho de un cuerpo: Sustentar, sostener a otro.
4. tr. Dicho de una persona: Padecer el daño que otra le hace o casualmente le sucede.
5. tr. Dicho de una cosa: Admitir dentro de sí a otra; como el mar, los ríos, etc.
6. tr. Admitir, aceptar, aprobar algo. Recibieron mal aquella opinión.
7. tr. Dicho de una persona: Admitir a otra en su compañía o comunidad.
8. tr. Dicho de una persona: Admitir visitas, ya en día previamente determinado, ya en cualquier otro cuando lo estima conveniente.
9. tr. Salir a encontrarse con alguien para agasajarle cuando viene de fuera.
10. tr. Esperar o hacer frente a quien acomete, con ánimo y resolución de resistirle o rechazarle.
11. tr. Asegurar con yeso u otro material un cuerpo que se introduce en la fábrica, como un madero, una ventana, etc.
12. tr. Taurom. Dicho del diestro: Cuadrarse en la suerte de matar, para citar al toro, conservando esta postura, sin mover los pies al dar la estocada, y resistir la embestida, de la cual procura librarse con el quiebro del cuerpo y el movimiento de la muleta.
13. prnl. Dicho de una persona: Tomar la investidura o el título conveniente para ejercer alguna facultad o profesión.
Como vemos, tiene trece acepciones. En cambio, el verbo recepcionar  no aparece, lo cual indica que no existe.

Al consultar el Diccionario panhispánico de dudas se  lee:
 recepcionar. A pesar de su frecuencia en el lenguaje administrativo y periodístico, se trata de un neologismo superfluo, pues no aporta novedades con respecto al verbo tradicional recibir:

De modo que, para ser correctos en el hablar y en el escribir digamos que el profesor ha recibido  todos los trabajos y no que ha recepcionado los trabajos.”

domingo, 9 de diciembre de 2018

LOS VERBOS DAR Y REGALAR


Nuestro idioma es riquísimo en significados (acepciones) de la gran mayoría de los verbos; es decir, hay muchos sinónimos y maneras de expresar una idea. Sin embargo, por ‘moda’ o por falta de cuidado se usan palabras  cuyos significados no se ajustan al concepto que se quiere manifestar.
Al consultar en el Diccionario de la RAE los verbos dar y regalar, se advierte que el verbo “dar” tiene 53 acepciones mientras que el verbo “regalar” solo tiene 6; quiere decir que el verbo ‘dar’ puede usarse con 47 significados más que el verbo regalar.
No obstante, en una cafetería o restaurante escuchamos:
·         Regáleme un almuerzo del día.
·         Regáleme un jugo de naranja
·         Regáleme un tinto, por favor.
Y así con todos los productos que allí se vendan (¿o  se regalan?)
Pero la solicitud de “regalos” no termina ahí. En cualquier oficina donde haya que realizar algún trámite se escucha:
·         Regáleme su nombre.
·         Regáleme su cédula.
·         Regáleme su celular
·         Regáleme su correo electrónico.
Al final el individuo sale como un NN porque “regaló” todo lo que lo identifica.
Es más correcto decir en la cafetería: Sírvame un tinto, por favor; tráigame un  jugo de naranja, por favor.
Y sería mucho más agradable y ajustado a la solicitud escuchar: Señor: ¿cuál es su nombre? ¿cuál es su número de cédula?, o de celular o de lo  que estén solicitando.
Hay aún otra posibilidad correcta: usar el verbo dar que se acomoda a todo, y decir así: ‘Por favor, déme un tinto” y “Por favor, ¿me da su número de cédula?”
Regalar quiere decir entregar algo sin  recibir nada a cambio.
Razón tenía la empleada de un lujoso restaurante cuando después de anotar el pedido con todos los “regáleme” le dijo al comensal: “¡Ay, señor!, ¡si yo le regalo todo esto pierdo mi trabajo!

jueves, 15 de noviembre de 2018

LOS LATINISMOS Y LAS LOCUCIONES LATINAS


Antes de hacer referencia a los plurales, se deben diferenciar los latinismos de las locuciones latinas.
Latinismos son aquellas palabras en latín que se usan cuando se habla español; tal es el caso de déficit, hábitat, vademécum, ítem. Locuciones latinas, en cambio, son frases latinas que se usan en español, tales como: curriculum vitae, modus vivendi, modus operandi, grosso modo y muchas más.
Una vez expresado lo anterior ya es posible dejar en claro cómo funcionan  los plurales de unos y de otros.
La RAE determina así dichos plurales:
Plural de los latinismos. Aunque tradicionalmente se venía recomendando mantener invariables en plural ciertos latinismos terminados en consonante, muchos de ellos se han acomodado ya, en el uso mayoritario, a las reglas de formación del plural que rigen para el resto de las palabras y que han sido expuestas en los párrafos anteriores. Así pues, y como norma general, los latinismos hacen el plural en -s, en -es o quedan invariables dependiendo de sus características formales, al igual que ocurre con el resto de los préstamos de otras lenguas: ratio, pl. ratios; plus, pl. pluses; lapsus, pl. lapsus; nomenclátor, pl. nomenclátores; déficit, pl. déficits; hábitat, pl. hábitats; vademécum, pl. vademécums; ítem, pl. ítems. Únicamente se apartan hoy de esta tendencia mayoritaria los latinismos terminados en -r procedentes de formas verbales, como cónfer, confíteor, exequátur e imprimátur, cuyo plural sigue siendo invariable. También constituye una excepción la palabra álbum ( h). En general, se aconseja usar con preferencia, cuando existan, las variantes hispanizadas de los latinismos y, consecuentemente, también su plural; así se usará armonio (pl. armonios) mejor que armónium; currículo (pl. currículos) mejor que currículum; podio (pl. podios) mejor que pódium. No deben usarse en español los plurales latinos en -a propios de los sustantivos neutros, tales como córpora, currícula, etc., que sí son normales en otras lenguas como el inglés. Las locuciones latinas, a diferencia de los latinismos simples, permanecen siempre invariables en plural: los statu quo, los currículum vítae, los mea culpa.”

Es importante aclarar que los latinismos, las locuciones latinas y varias expresiones en latín se usan en carreras como el Derecho, y las ciencias biológicas

sábado, 27 de octubre de 2018

MÁS REGLAS PARA EL PLURAL


Para continuar con las explicaciones acerca de la formación del plural en español, es necesario remitirse a la NUEVA GRAMÁICA DE LA LENGIA ESPAÑOLA, obra ya mencionada anteriormente y que explica de manera minuciosa la formación de los plurales:
“Voces extranjeras terminadas en -y precedida de consonante. Deben adaptarse gráficamente al español sustituyendo la -y por -i: dandi (del ingl. dandy); panti (del ingl. panty); ferri (del ingl. ferry). Su plural se forma, como el de las palabras españolas con esta terminación ( a), añadiendo una -s: dandis, pantis, ferris. No son admisibles, por tanto, los plurales que conservan la -y del singular etimológico: dandys, pantys, ferrys.”
“f) Sustantivos y adjetivos terminados en -s o en -x. Si son monosílabos o polisílabos agudos, forman el plural añadiendo -es: tos, pl. toses; vals, pl. valses, fax, pl. faxes; compás, pl. compases; francés, pl. franceses. En el resto de los casos, permanecen invariables: crisis, pl. crisis; tórax, pl. tórax; fórceps, pl. fórceps. Es excepción a esta regla la palabra dux, que, aun siendo monosílaba, es invariable en plural: los dux. También permanecen invariables los polisílabos agudos cuando se trata de voces compuestas cuyo segundo elemento es ya un plural: ciempiés, plural ciempiés, (no ciempieces)buscapiés, pl. buscapiés (no buscapieses), pasapurés, pl. pasapurés (no pasapureses).
g) Sustantivos y adjetivos terminados en -l, -r, -n, -d, -z, -j. Si no van precedidas de otra consonante ( j), forman el plural con -es: dócil, pl. dóciles; color, pl. colores; pan, pl. panes; césped, pl. céspedes; cáliz, pl. cálices; reloj, pl. relojes. Los extranjerismos que terminen en estas consonantes deben seguir esta misma regla: píxel, pl. píxeles; máster, pl. másteres; pin, pl. pines; interfaz, pl. interfaces; sij, pl. sijes. Son excepción las palabras esdrújulas, que permanecen invariables en plural: polisíndeton, pl. (los) polisíndeton; trávelin, pl. (los) trávelin; cáterin, pl. (los) cáterin. Excepcionalmente, el plural de hipérbaton es hipérbatos.
h) Sustantivos y adjetivos terminados en consonantes distintas de -l, -r, -n, -d, -z, -j, -s, -x, -ch. Se trate de onomatopeyas o de voces procedentes de otras lenguas, hacen el plural en -s: crac, pl. cracs; zigzag, pl. zigzags;esnob, pl. esnobs;chip, pl. chips;  mamut, plural mamuts; cómic, pl. cómics. Se exceptúa de esta regla la palabra club, que admite dos plurales, clubs y clubes También son excepciones el arabismo imam , cuyo plural asentado es imames, y el latinismo álbum ), cuyo plural asentado es álbumes.
i) Sustantivos y adjetivos terminados en -ch. Procedentes todos ellos de otras lenguas, o bien se mantienen invariables en plural: (los) crómlech, (los) zarévich, (los) pech, o bien hacen el plural en -es: sándwich, pl. sándwiches; maquech, pl. maqueches.
j) Sustantivos y adjetivos terminados en grupo consonántico. Procedentes todos ellos de otras lenguas, forman el plural con -s (salvo aquellos que terminan ya en -s, que siguen la regla general; f): gong, pl. gongs; iceberg, pl. icebergs; récord, pl. récords. Se exceptúan de esta norma las voces compost, karst, test, trust y kibutz, que permanecen invariables en plural, pues la adición de una -s en estos casos daría lugar a una secuencia de difícil articulación en español. También son excepción los anglicismos lord y milord, cuyo plural asentado en español es lores y milores, respectivamente.

Los latinismos también tienen su manera  especial de formar el plural y lse verá proximamente.

jueves, 11 de octubre de 2018

EL PLURAL EN ESPAÑOL



¿Alelíes o alelís? ¿Maravedíes o maravedís?
La formación de los plurales en español no es fácil para quien está aprendiendo nuestro idioma y es por eso que la RAE ha establecido reglas para formar el plural de adjetivos y sustantivos y que están claramente consignadas en esa obra magnífica titulada NUEVA GRAMÁTICA DE LA LENGUA ESPAÑOLA.
Las indicaciones para formar el plural son extensas, pero están muy claras y en varias entregas se irán reproduciendo en estas páginas.
Aquí está la primera parte que se encuentra a partir de la página 130 de la obra antes mencionada.
plural. 1. Reglas de formación del plural. En español hay dos marcas para formar el plural de los sustantivos y adjetivos: -s y -es. Existe asimismo la posibilidad, aunque no es lo normal, de que permanezcan invariables. La elección de una de estas opciones debe ajustarse a las siguientes reglas:
a) Sustantivos y adjetivos terminados en vocal átona o en -e tónica. Forman el plural con -s: casas, estudiantes, taxis, planos, tribus, comités. Son vulgares los plurales terminados en -ses, como cafeses, en lugar de cafés, o pieses, en lugar de pies.
b) Sustantivos y adjetivos terminados en -a o en -o tónicas. Aunque durante algún tiempo vacilaron entre el plural en -s y el plural en -es, en la actualidad forman el plural únicamente con -s: papás, sofás, bajás, burós, rococós, dominós. Son excepción a esta regla los sustantivos faralá y albalá, y el adverbio no en función sustantiva, que forman el plural con -es: faralaes, albalaes, noes. También es excepción el pronombre yo cuando funciona como sustantivo, pues admite ambos plurales: yoes y yos. Son vulgares los plurales terminados en -ses, como sofases.
c) Sustantivos y adjetivos terminados en -i o en -u tónicas. Admiten generalmente dos formas de plural, una con -es y otra con -s, aunque en la lengua culta suele preferirse la primera: bisturíes o bisturís, carmesíes o carmesís, tisúes o tisús, tabúes o tabús. En los gentilicios, aunque no se consideran incorrectos los plurales en -s, se utilizan casi exclusivamente en la lengua culta los plurales en -es: israelíes, marroquíes, hindúes, bantúes. Por otra parte, hay voces, generalmente las procedentes de otras lenguas o las que pertenecen a registros coloquiales o populares, que solo forman el plural con -s: gachís, pirulís, popurrís, champús, menús, tutús, vermús. El plural del adverbio sí, cuando funciona como sustantivo, es síes, a diferencia de lo que ocurre con la nota musical si, cuyo plural es sis ( l). Son vulgares los plurales terminados en -ses, como gachises.
d) Sustantivos y adjetivos terminados en -y precedida de vocal. Forman tradicionalmente su plural con -es: rey, pl. reyes; ley, pl. leyes; buey, pl. bueyes; ay, pl. ayes; convoy, pl. convoyes; bocoy, pl. bocoyes. Sin embargo, los sustantivos y adjetivos con esta misma configuración que se han incorporado al uso más recientemente —en su mayoría palabras tomadas de otras lenguas— hacen su plural en -s. En ese caso, la y del singular mantiene en plural su carácter vocálico y, por lo tanto, debe pasar a escribirse i ( i5b): gay, pl. gais; jersey, pl. jerséis; espray, pl. espráis; yóquey, pl. yoqueis. Pertenecen a la etapa de transición entre ambas normas y admiten, por ello, ambos plurales las palabras coy, pl. coyes o cois;estay, pl. estayes o estáis;noray, pl. norayes o noráis; guirigay, pl. guirigayes o guirigáis, con preferencia hoy por las formas con -s. Son vulgares los plurales terminados en -ses, como jerseises.

Próximamente se tratará acerca del plural de voces extranjeras terminadas en y   y de los sustantivos y adjetivos que tienen otras terminaciones.

lunes, 17 de septiembre de 2018

DONDE - CUANDO ¿se pueden usar indistintamente?

El uso de DONDE y CUANDO no está claro para quienes no saben gramática o solo la estudiaron para pasar la materia, aunque fuera raspando. Quienes así obraron no pensaron que en el ejercicio de todas las profesiones es necesario escribir y hacerlo bien.
y por eso, ahora me pregunta un antiguo estudiante, por qué un juez de la República le llamó la atención sobre el uso de "donde" en lugar de "cuando".
Como ese es un tema que tratamos con frecuencia  quienes   deseamos que nuestro idioma se use bien, transcribo un fragmento de un texto de don Efraim Osorio López, filólogo autor de dos obras maestras: "Quisquillas de alguna importancia", libro en el que corrige los errores cometidos por periodistas y escritores en general cuando usan el idioma español, y "Viejos, añosos y añejos" en el que recopila 5330 dichos y refranes.
Aquí está lo que dice don Efraim:

"A los escritores en general, y a los periodistas en particular, les comunico una buena nueva: el castellano tiene el adverbio de tiempo ‘cuando’, del latino ‘quando’, que señala el tiempo, el punto o la ocasión durante los cuales sucede algo. Y que no puede por ningún motivo ser reemplazado por el adverbio de lugar ‘donde’, precisamente por esto, porque éste señala únicamente el sitio en donde algo ocurre. Este uso equivocado de ‘donde’ está tan extendido, que ya se volvió plaga. Como muestra, este espécimen: “…fue por aquel entonces donde se le dio el nombre de…” (LA PATRIA, Imposible Vivir Así (IVA); Francisco Javier González, 7/9/(2018). En esta frase, ‘por aquel entonces’ es una locución adverbial que indica el tiempo o la ocasión en que algo sobreviene, no el lugar, razón por la cual la relación, como es de tiempo, tiene que hacerse con ‘cuando’, así: “…fue por aquel entonces cuando…”, como decir, “fue en esa época cuando…”. Sin la menor sombra de duda. Es tal la influencia nociva del mal uso del adverbio ‘donde’, que, inclusive, con frecuencia lo emplean como pronombre relativo, como en el siguiente ejemplo: “…en los casos donde se hace difícil salir de ella…” (LA PATRIA, Camilo Vallejo Giraldo, 10/9/2018). El columnista se refería a la ‘contratación directa’, que no es, ni siquiera figuradamente, un ‘lugar’, por lo cual, para reemplazarla, sólo se puede hacer con un pronombre relativo, de este modo: “…en los caso en los que (o en los cuales)...”. ¡Cómo hace de falta la gramática!"

¡Más claro no canta un gallo!

miércoles, 29 de agosto de 2018

LOS PLEONASMOS: UNA REDUNDANCIA VICIOSA

Un estudiante me pregunta qué es un pleonasmo.Hubiera sido más lógico buscar la definición en un diccionario, pero por si no lo tiene a la mano, veamos que nos dice la obra que quita todas las dudas del español.:
Pleonasmo. 1. es una figura de construcción que consiste en emplear en la oración uno o más vocablos innecesarios para que tenga sentido completo, pero  con los cuales se pretende añadir  expresividad a lo dicho.2, Demasía o redundancia viciosa-
Y aquí van algunos ejemplos:
Lo vi con mis propios ojos.
Es un desastre terrible.
Es contemporáneo en el tiempo.
Historia pasada
Este hecho tiene importancia fundamental
Está en posición horizontal con el suelo
Es más grande en tamaño
Repetir de nuevo.
Tiene un uñero en la uña.

Si se analiza, sobran palabras, y es mejor no caer en redundancias viciosas.
Evitar los pleonasmos es posible si se tiene cuidado tanto al hablar como al escribir; de esta forma, tanto el habla como los textos, hablarán de la cultura de quien habla o escribe.

miércoles, 8 de agosto de 2018

USO DEL VERBO "PROVOCAR"

Después de varios meses de ausencia, nuevamente estoy aquí para tratar temas de nuestro bello idioma español.Con frecuencia se usa el verbo provocar en diferentes contextos y no siempre está bien.

El DRAE nos define así este verbo:
provocar. 1. Transitivo. Excitar, incitar, inducir a uno a que ejecute una cosa. 2.Irritar o estimular a uno con palabras u obras para que se enoje.3. Facilitar, ayudar. 4. Mover o incitar: Provocar a risa, a lástima.5. Familiarmente.vomitar lo contenido en el estómago. 6. En Colombia:Incitar el apetito, apetecer, gustar.

Ninguna de estas seis acepciones del verbo provocar se pueden aplicar a frases escuchadas en la radio y en la TV como la siguiente:

 "Las investigaciones realizadas por el Ente Administrativo han provocado las aclaraciones hechas por los funcionarios..."

En boca de colombianos, se oyen expresiones correctas como:"Esa comida no me provoca", "No me provoca visitar a..." o cuando alguien trata de hacer enojar a otro, o hacerlo decir lo que no quiere, dice con tono de advertencia. "¡No me provoques!"

Se comete un error si se usa provocar en lugar de:
causar, ocasionar, producir, originar,  motivar, suscitar, acarrear y otros verbos, según el contenido que se quiere expresar.
La oración mencionada  anteriormente, de manera correcta se expresa así:

 "Las investigaciones realizadas por el Ente Administrativo han motivado las aclaraciones hechas por los funcionarios..."


viernes, 25 de mayo de 2018

AL INTERIOR DE

Con muchísima frecuencia, en periódicos, revistas, y en emisiones radiales se ve y se escucha la expresión ...al interior de: por ejemplo, al interior de la universidad, al interior del partido, al interior del país, e innumerables   expresiones con al interior de.

En el idioma español tenemos dos contracciones, a saber: al, formada con la preposición a y el artículo el y del, que se forma con la preposición de y el artículo el.

Si bien es cierto la preposición a se emplea en muchas locuciones,  decir o escribir al interior de
es incorrecto. Veamos.
Si en lugar de usar la contracción se descompone en a+el, se diría a el interior de: a el interior de la universidad, a el interior del partido, a el interior del país, expresiones éstas a todas luces incorrectas y que, además, el oído rechaza.
Ahora bien: ¿qué se quiere decir con la expresión al interior de? Sencillamente  en o dentro de , o si cabe en el contexto, en el interior de. 
Una de las categorías más difíciles de emplear en nuestro idioma son las preposiciones, por eso existe un régimen especial para su uso y en el caso de la preposición a, con ella se expresa :
*Movimiento real o figurado: voy a mi casa; miró a su alrededor.
*Instrumento con que se ejecuta algo: Quien a hierro mata, a hierro muere; lo sacó a escobazos.
*Proximidad: Se sentaron a la mesa.
*Móvil o fin: ¿A qué vienes?
*Tiempo; Pagaré al fin de semana; llegará a la noche
*Manera o modo: Llegó a pie, escribió la carta a mano.
*Valor condicional: A no ser por ti, me hubiera caído.
*Precio de las cosas: A mil la docena

Además, muchas locuciones adverbiales se forman con la preposición a: a tientas, a oscuras, a regañadientes.
Nuestro idioma es tan rico que los contenidos anteriores también pueden expresarse usando otras preposiciones; tal es el caso de: Llegará por o en la noche; por mil o a mil la docena, o de no ser por tí, me hubiera caído.
Con las anteriores explicaciones  se advierte que es necesario tener cuidado al usar las preposiciones


sábado, 21 de abril de 2018

EL USO DE LA PREPOSICIÓN ENTRE


En el habla común y aún en boca de personas cultas, se escuchan con frecuencia frases como éstas:"Entre más me insista, menos caso le haré"; "Entre más estudia menos aprende" Entre más vendas más ganarás." y en esas expresiones la preposición "entre" está mal usada,

Veamos. ¿Qué significa dicha preposición? El diccionario de la RAE nos da siete significados;
1.- Denota la situación o estado en medio de dos o más cosas. Entre rosado claro y rosado oscuro.
2.-Dentro de, en lo interior: Eso pensaba yo entre mí.
3.- Denota estado intermedio , por ejemplo; entre dulce y salado.
4.- Como uno de: Le cuento entre mis amigos.
5.-Denota cooperación de dos o más personas o cosas: Lo hicieron entre  todos.
6.- Según costumbre de: entre sastres, entre nosotros
7.-Expresa idea de reciprocidad: Hablaron entre ellos.

Si tratamos de que alguno de esos significados encaje en las oraciones anteriores, veremos que la preposición "entre" está mal usada, lo cual significa que se debe cambiar por otra palabra y la que corresponde es "cuanto" que nos da la idea exacta del contenido de las oraciones: "Cuanto más me insista, menos caso le haré", "Cuanto más estudia menos aprende", "Cuanto más vendas, más ganarás"
Son detalles a los que, si se les pone cuidado mostrarán que se sabe usar el español de manera correcta.


jueves, 5 de abril de 2018

LOS VERBOS PROVEER Y PREVER


En nuestro idioma español estos dos verbos se confunden con alguna frecuencia. 
Prever significa “ver con anticipación” y proveer tiene   un significado   muy  distinto: 
”preparar, reunir las cosas necesarias para un fin” y también “suministrar o facilitar lo conveniente o necesario para un fin”

Los dos verbos tienen un participio irregular: previsto y provisto, aunque este último también tiene un participio regular: proveído, que con frecuencia se usa cuando el verbo se conjuga. Por ejemplo: “Hemos proveído (o provisto) todo lo necesario para el paseo.”
Pues bien; muchas veces quien habla (o escribe) expresa: erróneamente:
Preveemos que llegarán temprano a la reunión y tendremos todo preparado.” cuando en realidad debió decir: “Prevemos que llegarán…”

Este pequeño tropiezo se presenta en el idioma español debido al parecido lingüístico  pero se soluciona fácilmente porque el verbo “prever” se conjuga como ver:
Veo, ves, ve, vio, es decir: preveo, prevés, preví, previste, etc. 

De esta forma, la oración anterior queda correctamente así: “Prevemos que llegarán temprano a la reunión y tenemos todo preparado.”

Hay otros verbos que presentan algunas dificultades sobre todo en la acentuación, pero de ellos trataré en otra oportunidad.

lunes, 26 de marzo de 2018

EL USO DE LAS LOCUCIONES LATINAS

Las locuciones latinas son frases hechas que se usan en el lenguaje jurídico y se oyen en boca de personas cultas; se conservan del latín y en la lengua escrita se encuentran en alegatos y sentencias. Son extranjerismos y hay que tratarlos como tales;es decir, se deben escribir como se hacía en la lengua original y dado que en latín no había tildes, no se les debe poner acentuación gráfica. Además, se escriben en cursiva y si no se puede usar ese tipo de letra, deben ir entre comillas, tal como lo indica la Ortografía de la Lengua.

No obstante, con frecuencia se observa un uso incorrecto de algunas de ellas debido, en la mayoría de los casos, a que se introducen preposiciones o se acude al plural, elementos que son propios del español.
Veamos algunos de los casos más frecuentes:
grosso modo, no a grosso modo. Significa ‘aproximadamente o a grandes rasgos’
ipso facto, no de ipso facto. Significa ‘en el acto, inmediatamente’
modus operandi, no modus operandis. Significa ‘modo de obra’
modus vivendi, no modus vivendis. Significa ‘modo de vivir’
motu proprio, no de motu propio. Significa ‘por propia iniciativa’
mutatis mutandis, no mutatis mutantis ni mutatis mutandi. Significa ‘cambiando lo que se deba cambiar’
peccata minuta, no pecata minuta. Literalmente, ‘pecados veniales’; indica una culpa o error menores
sub iudice o sub judice, no subiudice, subiúdice ni subjúdice. Significa ‘pendiente de juicio’
vox populi, no voz populi. Significa ‘voz pública o voz del pueblo’.
Es importante tener presente que si se van a usar estas expresiones debe hacerse en forma correcta.

jueves, 15 de marzo de 2018

POR QUÉ MUCHA GENTE LEE Y NO ENTIENDE


Con mucha frecuencia escucho decir a estudiantes, compañeros y a otras personas, que les encanta leer, pero que tienen un grave problema: leen y no entienden y cuando les piden que resuman en pocas palabras el argumento de un texto, se sienten incapaces de hacerlo. Por suerte, ese no es mi caso.
Como todo en esa vida tiene su explicación, he tratado de encontrar el porqué de esta situación y después de analizar muchos casos encontré que hay circunstancias que se repiten.
En primer lugar, en muchos hogares los papás leen muy poco; si acaso el periódico de vez en cuando, generalmente, los domingos.
Como consecuencia, el contacto con la lectura que tuvieron los hijos de estos papás no tuvo mucha importancia para aquellos; no les leyeron un cuento antes de dormir todas las noches, ni les pidieron que expresaran sus ideas acerca del relato. Otra circunstancia que saltó a la vista es la ausencia de una biblioteca bien nutrida, lo cual da como resultado que para los hijos los libros no son “el pan nuestro de cada día”.
Para colmo de males en los colegios no he sabido que enseñen a leer en voz alta, con expresión, respetando los signos de puntuación; y eso es muy importante para comprender lo que se lee. No es lo mismo decir: ¿Cómo llegaste? que expresar ¡Cómo!, ¿llegaste? o asombrarse: ¡Cómo llegaste!.
Además, cuando muchas personas leen en silencio, mueven los labios (hablan en voz muy baja), no lo hacen de corrido y esa actitud entorpece la comprensión.
Cualquier persona que haya ido a una institución de educación primaria sabe leer, pero saber decir lo que expresan las letras combinadas de cierta manera no es leer en el verdadero sentido de la palabra; porque leer es comprender.
La comprensión lectora hace que el individuo aprenda, porque aquello que no se comprende no se puede aprender y si no se aprende tampoco se recuerda.
La lectura es un hábito como todas las acciones cotidianas y si se sabe leer es posible encontrarle sentido a lo que se lee, se conocen datos, hechos y detalles, se pueden encontrar las relaciones de causa y efecto.
Además, es posible comparar la información, sacar concusiones y se amplía el vocabulario; pero eso sí: con un diccionario al lado para buscar los significados de las palabras desconocidas
Leer comprendiendo es imaginar, es dejarse llevar a países lejanos, conocer costumbres, ver paisajes, buscar soluciones a hechos y actitudes conflictivas. Mediante la lectura el lector se vuelve solidario con el personaje, siente con él, y critica aquellas acciones que quien lee juzga equivocadas.
En pocas palabras, leer es tener mil vidas, conocer y contar con muchos amigos y admirar a los autores que nos llevan de la mano a vivir aventuras y experimentar toda clase de sentimientos.
Quien sabe realmente leer, agradece a los mayores, padres, maestros y a todos aquellos que hicieron posible el milagro de comprender lo que se lee.

domingo, 4 de marzo de 2018

PENSAR EN LA GENTE


Cuando me miro al espejo compruebo que los años pasaron velozmente y que aquellas etapas de la vida infancia, juventud, madurez pasaron como el agua en un canasto y llegó la vejez. Así de simple, sin eufemismos que quieran disimular la última etapa, cosa que es muy normal en un país que privilegia y hace un culto de la juventud. Otra cosa es, por ejemplo, en China donde llegar a viejo ubica al individuo entre las personas más respetables de la sociedad.
Y hay una situación triste, preocupante (y no por eso deja de ser real):  los jóvenes creen que siempre serán jóvenes y no se preparan para la vejez. El gobierno los obliga a estar afiliados a un fondo pensional, pero creen que ese tiempo está muy lejos y no reflexionan acerca de que es necesario preparase para hacerle frente a esa parte de la vida que, cuando menos se piensa, llega. Quienes trabajaron en su juventud, tienen solucionada su situación económica, pero hay otro aspecto no menos importante: el sicológico y el de la vida de todos los días.
¿Cuántos jóvenes se han preguntado:  cómo será mi existencia cuando me jubile? ¿Qué haré cuando no tenga que ir a trabajar?
Un descanso de algunos días es muy bueno; pero ¿Y después? ¿Qué haré en ese tiempo que me sobra?
“Ya sé, dirán algunos, me pondré a leer porque me gusta”; pero leer cansa si se hace por varias horas todos los días porque no hay más que hacer. Otros afirmarán: “Voy a dormir por todo lo que no pude hacerlo antes”; pero resulta que a más edad menos sueño se necesita!
“Viajaré por todo el mundo”, dirán otros; pero no es nada bueno andar permanentemente de un lugar a otro como maleta de loco y menos siendo viejo y por ende, lento, en un mundo que anda aprisa.
Y si nada de lo anterior puede hacer, seguramente lo pondrán a cuidar a los nietos, o a los sobrinos...
Pero el viejo ya no está para eso porque él ya crió y cuidó a sus hijos o a sus sobrinos cuando era el tiempo de hacerlo.
Hacerle frente a la jubilación y a la vejez no es fácil y por ello hay que prepararse; aprender diferentes manualidades, comenzar a vincularse con alguna sociedad de beneficencia, cultivar amistades con aficiones y gustos similares… Reunirse con los amigos para tomar café y hacer algo productivo es una situación que le permite al viejo ir aceptando su nuevo estado. En fin…Buscar qué hacer porque los días de ocio son eternos, son por lo menos, doce largas horas de luz y el individuo se va encerrando en sí mismo, se vuelve malgeniado y termina por aislarse de todo el mundo cuando debiera de vivir horas placenteras.
A veces la jubilación llega porque el jefe presiona y hay que dejar de trabajar cuando aún la persona se siente capaz de continuar con sus funciones y se desempeña bien. El resultado de esa presión es un golpe bajo para ese ser que aún tiene ánimos y alientos para continuar en el quehacer diario.
Esos “golpes bajos” muchas veces desembocan en sufrimiento interior y en depresión ante una pregunta que no tiene respuesta: ¿Sera que ya no sirvo para nada?
Por eso, para atenuar esos golpes, en algunas naciones el viejo que puede hacerlo trabaja medio tiempo, algunas horas. Así no solo ese ser se siente útil, sino que en esos países hay menos problemas sicológicos en su gente y el Estado gasta menos en tratamientos especiales para esa población.
Hay trabajos que solo realiza perfectamente quien tiene experiencia. Sin embargo, muchas veces se ubica a un “novato” sin tener en cuenta que su rendimiento no será el mejor precisamente porque le falta experiencia y sus “metidas de pata” cuestan plata..
Es cierto que el joven necesita adquirir presteza en la realización de determinadas tareas, pero debe aprender junto a un veterano que le vaya enseñando los trucos y los “secretos” para hacer bien las cosas.
Ojalá nuestros gobernantes tomaran el buen ejemplo de naciones de otras latitudes donde no solo se piensa en la productividad y en el dinero sino también en la gente.


sábado, 24 de febrero de 2018

CUÁNDO Y CÓMO USAR LOS PUNTOS SUSPENSIVOS



Con mucha frecuencia los estudiantes han preguntado cómo se usan los puntos suspensivos.
En primer lugar, hay que decir que son tres, ni más ni menos. No obstante, a veces nos encontramos con dos puntos en lugar de los tres o con cuatro, y en ambos casos se piensa que el escritor se equivocó: que le faltó uno o que se le fue uno de más.

Los puntos suspensivos indican una suspensión de la idea, tal como lo da a entender su nombre y con ellos se espera provocar una determinada reacción de sorpresa o de suspenso en el lector: “Y ya entrada la noche…escuchó que alguien abría la puerta.”
También se emplean para dejar una oración incompleta porque es muy conocida y se puede sobrentender; por ejemplo: “agua que no has de beber…”  y para señalar una interrupción o duda en el discurso: “No sé… no me dijo nada…pero es posible que venga”

Otro uso que se da a los puntos suspensivos es para la supresión de parte de un texto que se considera innecesario cuando se reproduce literalmente. Por ejemplo:
“Estoy seguro de que desempeñaremos un buen papel en ese concurso internacional […] y será un gran triunfo para nuestro colegio”, dijo el rector Juan Carlos Pérez. En los puntos que hay dentro de los corchetes tal vez el rector expresó los motivos por los cuales estaba tan seguro de ganar.

Hay que recordar que cuando se usa este signo de puntuación deben ubicarse los tres puntos después de un signo de interrogación o de exclamación en caso de que sea necesario como en los siguientes ejemplos. ¿Dónde estabas cuando te llamé y no contestaste?..., ¡Qué descaro el tuyo!...o dentro de la interrogación, según el contexto, como en el caso siguiente: Y al final ¿te casarás con…?
Los puntos suspensivos sustituyen al punto final, posibilidad que no tienen ni la coma ni el punto y coma ni los dos puntos: “Amanecerá y veremos…”

sábado, 27 de enero de 2018

MÁS SOBRE LA COMA

He hablado de las comas que no deben ponerse y de aquellas que son obligatorias. Veamos qué sucede con aquellas que pueden ponerse a elección de quien escribe.

Muchas veces una coma no cambia el sentido ni el contenido de una oración; es el caso de las conjunciones o locuciones conjuntivas (así pues, por tanto, entonces, pues, por consiguiente y otras) que pueden dejar de llevar comas correlativas o consecutivas-una delante y otra detrás- cuando ya en la oración aparecen otras comas más importantes, tales como en enumeraciones, elipsis, oraciones intercaladas. Estas comas pueden omitirse para no entorpecer la lectura con tantas pausas. Por ejemplo: Habíamos caminado mucho, estábamos muy cansados, teníamos hambre, y no podíamos por tanto sentarnos a escuchar un sermón.

De igual manera sucede con los adverbios y con las locuciones adverbiales (además, entonces, si acaso y muchas otras), como en los siguientes ejemplos: Dime, entonces, si vendrás o no. Ella, no obstante, llegó temprano.
Por regla general esas comas que deben ponerse en el texto se omiten en el lenguaje hablado.

También es opcional escribir o no la coma antes de la y u o que pone fin a una enumeración si se quiere destacar el último elemento de lo enunciado, como en el ejemplo que sigue: Vendrán a comer Marta, Juan, Daniel, Raquel, y el aburrido de Andrés.
Asimismo  puede ponerse una coma antes de la y cuando ésta enlaza elementos donde ya existe esa conjunción: Jugamos y comimos en el club, y dormimos en un hostal cercano.
De igual manera se puede ubicar una coma detrás de un complemento antepuesto al verbo: En tal caso, asumo toda la responsabilidad.


Como se ve, existen algunas normas que no es posible eludir para poner las comas en un texto, pero hay otros casos en los que quien escribe decide si las pone o no.

miércoles, 24 de enero de 2018

¿SABE USAR LA COMA?

Después de un merecido descanso me enfrento nuevamente al teclado para seguir hablando de nuestro bello idioma español (y complicado, según algunos).

Los signos de puntuación son signos gráficos que se insertan en los textos escritos para marcar las pausas que se necesitan cuando se va a leer, sobre todo, en voz alta. Sin embargo, no todas las pausas que hacemos en el lenguaje hablado se transcriben cuando se escribe, ni todas las pausas que dictan las reglas se hacen en el lenguaje hablado.

Hay tres tipos de reglas para usar las comas:

1.- Las normas negativas (aquellos casos en los que NO se deben poner comas)
2.- Las normas preceptivas (aquellos casos en que es obligatorio poner comas)
3.- Y otros casos en los que la coma puede o no puede ponerse.

La norma negativa por excelencia es aquella que dice que NO debe ponerse coma antes de un verbo. Sin embargo, con mucha frecuencia se observa esta falta debido a la pausa que muchas veces se debe hacer cuando el sujeto de la oración es muy largo y este es una oración de relativo:” Quien quiera un buen pedazo de torta, debe saber esperar con paciencia.” En el ejemplo la coma NO debe escribirse,

En el caso de la segunda regla es obligatorio utilizar comas después de cada uno de los términos de una enumeración. Por ejemplo: ”incluye en la lista café, azúcar, fósforos y frutas.” “A Ramón le gusta leer, jugar, dibujar y pintar”.
Otras comas de uso obligatorio son las que van antes y después de una oración explicativa: “Cuando me lo dijo, hace un par de días, aún no había sucedido nada.” Y aquella que se debe ubicar antes del pronombre que explicativo;” Las novicias y las postulantes, que llegaron temprano, ya están en el auditorio.” Si se quitaran esas comas nos estaríamos refiriendo a todas las novicias y postulantes y no solamente a las que llegaron temprano.

Otra coma importante que se debe poner es la que remplaza a un verbo con el fin de no repetirlo: Julián toca el violín; Elisa, el piano. En esta construcción llamada elipsis, la coma que va después de Elisa remplaza al verbo toca.
También es obligatoria delante y detrás de expresiones aclaratorias o comparativas: es decir, esto es, a saber, y otras. También es de uso obligado antes y después de adverbios o de locuciones adverbiales cuando tienen función de marcadores: si acaso, además, sin embargo, al menos, en efecto y algunas expresiones más. Por ejemplo: Ella, al menos, llegó a tiempo; Dime, entonces, si vendrás o no.

No obstante, en el lenguaje hablado estas comas, por regla general, se omiten.Es decir, a pesar de que en el texto escrito esas comas se pondrían, en el lenguaje hablado dichas pausas no existen.
Otra coma que se olvida con frecuencia es la que debe ponerse delante de la palabra etcétera (o etc.) y debe existir porque la palabra etcétera es parte de la enumeración. Veamos: En la plaza de mercado hay peras, uvas, manzanas, ciruelas, etcétera, a muy buenos precios.

Del uso de la coma hay más, pero hablaré de otros casos en la próxima entrega.

Hasta entonces.