Con
mucha frecuencia escucho decir a estudiantes, compañeros y a otras
personas, que les encanta leer, pero que tienen un grave problema: leen y no
entienden y cuando les piden que resuman en pocas palabras el argumento de un
texto, se sienten incapaces de hacerlo. Por suerte, ese no es mi caso.
Como
todo en esa vida tiene su explicación, he tratado de encontrar el porqué de
esta situación y después de analizar muchos casos encontré que hay
circunstancias que se repiten.
En
primer lugar, en muchos hogares los papás leen muy poco; si acaso el periódico
de vez en cuando, generalmente, los domingos.
Como
consecuencia, el contacto con la lectura que tuvieron los hijos de estos papás
no tuvo mucha importancia para aquellos; no les leyeron un cuento antes de
dormir todas las noches, ni les pidieron que expresaran sus ideas acerca del
relato. Otra circunstancia que saltó a la vista es la ausencia de una
biblioteca bien nutrida, lo cual da como resultado que para los hijos los
libros no son “el pan nuestro de cada día”.
Para
colmo de males en los colegios no he sabido que enseñen a leer en voz alta, con
expresión, respetando los signos de puntuación; y eso es muy importante para
comprender lo que se lee. No es lo mismo decir: ¿Cómo llegaste? que expresar ¡Cómo!, ¿llegaste? o asombrarse: ¡Cómo llegaste!.
Además, cuando muchas personas leen en silencio,
mueven los labios (hablan en voz muy baja), no lo hacen de corrido y esa
actitud entorpece la comprensión.
Cualquier
persona que haya ido a una institución de educación primaria sabe leer, pero
saber decir lo que expresan las letras combinadas de cierta manera no es leer
en el verdadero sentido de la palabra; porque leer es comprender.
La
comprensión lectora hace que el individuo aprenda, porque aquello que no se
comprende no se puede aprender y si no se aprende tampoco se recuerda.
La
lectura es un hábito como todas las acciones cotidianas y si se sabe leer es
posible encontrarle sentido a lo que se lee, se conocen datos, hechos y
detalles, se pueden encontrar las relaciones de causa y efecto.
Además,
es posible comparar la información, sacar concusiones y se amplía el
vocabulario; pero eso sí: con un diccionario al lado para buscar los
significados de las palabras desconocidas
Leer
comprendiendo es imaginar, es dejarse llevar a países lejanos, conocer
costumbres, ver paisajes, buscar soluciones a hechos y actitudes conflictivas.
Mediante la lectura el lector se vuelve solidario con el personaje, siente con
él, y critica aquellas acciones que quien lee juzga equivocadas.
En
pocas palabras, leer es tener mil vidas, conocer y contar con muchos amigos y
admirar a los autores que nos llevan de la mano a vivir aventuras y experimentar
toda clase de sentimientos.
Quien
sabe realmente leer, agradece a los mayores, padres, maestros y a todos
aquellos que hicieron posible el milagro de comprender lo que se lee.
Buenas yo soy uno delos que leo y no entiendo.... Que sería porque no entiendo
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