Varias veces he insistido en que cuando se escribe, hay que tener en cuenta las cuatro condiciones de un buen texto: claro, preciso, conciso y correcto.
La claridad es definitiva: hay que saber qué se va a decir, y escribirlo
con conceptos que no dejen dudas en cuanto a su contenido; por ejemplo, no
decir “no es muy alto” cuando debe decirse “es bajo”..
La claridad va de la mano de la precisión; sin la una no existe la otra.
Y en cuanto a la concisión, a veces es la condición más difícil de cumplir
unida al desconocimiento de la gramática lo
cual lleva al escritor a producir textos incorrectos.
En mi tarea de correctora de estilo y ortotipográfica veo con mucha
frecuencia los errores de concisión sobre todo en el uso de los verbos. Y aquí
van algunos ejemplos tomados de varias fuentes:
Ø ”El acusado reconoció el delito del que se le
acusa”, es decir, El acusado admitió
o aceptó el delito “
Ø “…llegaron al sitio y tiraron las líneas del
plano correspondiente” debió decirse: “…trazaron
el plano”
Ø “Cambiaron el color verde del vestido por
marrón” en lugar de “Tiñeron el
vestido”
Ø “Corroboraron la verdad de lo dicho en el
interrogatorio” en vez de: “Ratificaron
lo dicho en el interrogatorio.”
Ø “Este ingrediente produce un efecto perjudicial
en el organismo” .Es más directo decir: “Este ingrediente perjudica al organismo”
Ø “Durante la mañana probaron
el producto para valorar su sabor” es decir, "Durante la mañana degustaron el producto"
Ø
“El Congreso dejó sin efecto dicha Ley” Es más
correcto decir: El Congreso derogó dicha
Ley.
Ø
Muchas veces es cuestión de tener un vocabulario amplio para resumir un
concepto en una palabra; y el vocabulario se aumenta al leer y buscar en un
buen diccionario el significado de las palabras desconocidas.